La violencia doméstica es un patrón de comportamiento abusivo en cualquier relación que utiliza una persona para obtener o mantener el control sobre otra. Puede ocurrir en parejas íntimas, dentro de familias o entre miembros del hogar. La violencia doméstica puede adoptar diversas formas, entre ellas:

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Abuso físico: Golpear, abofetear, estrangular o usar armas para causar daño.

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Abuso emocional o psicológico: Insultos, amenazas, manipulación o aislamiento para socavar la autoestima o el bienestar mental de la víctima.

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Abuso verbal: Insultar, menospreciar o hacer comentarios degradantes.

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Abuso sexual: Forzar o presionar a alguien a realizar una actividad sexual no deseada.

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Abuso financiero: Controlar o restringir el acceso a dinero, activos o recursos, limitando la capacidad de la víctima de ser independiente.Acoso y hostigamiento: Monitorear, seguir o contactar a la víctima repetidamente para infundir miedo o control.